jueves, 21 de marzo de 2013

Psycho (Psicosis). En la ducha [1960]

Alfred Hitchcock dirigió en 1960 una de sus mejores películas. En un intento de recuperar la gloria de un género que había empezado a caer en la desidia y la repetición, crea una obra de arte sin parangón donde cada escena importante de la misma ha pasado a ser leyenda del cine. Desafiando los límites de la censura de la época y los nervios de los espectadores, convirtió la cinta en una de las películas de terror más capaces de la historia.


El asesinato de Marion Crane (interpretada por Janet Leigh) en el motel de los Bates es una de las escenas más conocidas de la historia del cine y es a la vez el punto culminante de la película. Una escena de tres minutos con más de setenta ángulos y alrededor de una cincuentena de planos, acompañada magistralmente por una pieza para cuerdas creada por el compositor Bernard Herrmann, que termina con el cuerpo inerte y sin vida de la protagonista principal transcurridos sólo cuarenta y cinco minutos de metraje. La muerte de una estrella en medio de la trama deja a la audiencia sobresaltada e inmersa en una confusión sin precedentes que logra elevar a toda la película hacia ese altar donde se encuentran recogidos los mayores logros del séptimo arte.